“Queridos Jóvenes, tenemos una cita en la próxima Jornada Mundial de la Juventud en 2016, en Cracovia, Polonia”, dijo el Papa ante unas tres millones de personas, según el Vaticano, durante la plegaria del Ángelus en la playa de Copacabana, en su último día de estadía en Brasil.
Polonia es la tierra natal del Papa Juan Pablo II, fundador de la JMJ, y desde entonces se realizan cada dos o tres años.
La jornada de Río de Janeiro congregó a cientos de miles de jóvenes peregrinos de todas partes del mundo, especialmente de América Latina.
El Papa dijo: “Pidamos por la intercesión materna de María, la luz del Espíritu Santo para el camino que nos llevará a esta nueva etapa de gozosa celebración de la fe y el amor de Cristo”.
Durante la Misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro los jóvenes pidieron:
“Por todas las víctimas del accidente de tren en Santiago de Compostela para que el Señor conceda eterno descanso a los que han perdido la vida, favorezca la recuperación de los heridos y dé confort a las familias que lloran por sus seres queridos”.
“Por todas las víctimas del accidente de tren en Santiago de Compostela para que el Señor conceda eterno descanso a los que han perdido la vida, favorezca la recuperación de los heridos y dé confort a las familias que lloran por sus seres queridos”.
“Por los jóvenes que son víctimas de las distintas formas, guerra y violencia. Que reine la paz entre las naciones”.
“Que todos los países estén cada vez más unidos alrededor de Cristo y que enseñen a la gente y a los pueblos a vivir la fraternidad y el amor recíproco”.
También rogaron “por la JMJ de Río de Janeiro, para que sea tiempo de acogida y para que renueve más la esperanza y el ardor misionero” y “por el Papa”.
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