Un niño vestido con una camiseta de fútbol fue abrazado fuertemente por el Sumo Pontífice en el papamovil y al descender, no pudo esconder su emoción y se tapó la cara para llorar. La escena llevada a cabo en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, conmovió al mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario