jueves, 13 de febrero de 2014

Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina.

ARGENTINA

Se la celebra cada 8 de mayo y su historia se remonta al año 1630 cuando una imagen suya llegó al suelo argentino por pedido de un hacendado radicado en Santiago del Estero (actual provincia argentina del mismo nombre). 


Esta imagen llegó desde Brasil junto con otra que tenía también al Niño. Ambas debían llegar a Sumampa y allá fueron viajando en carreta.
A 67 km de Buenos Aires la caravana —con la carreta y las imágenes incluidas— se detuvo, cerquita del río Luján, en la estancia de Rosendo. Y de allí no se movió más hasta que, después de varios intentos subiendo y bajando mercaderías para alivianar la carga, descubrieron que cuando la imagen con la Virgen de Luján quedaba en tierra, la carreta marchaba con normalidad.
Al percibir algo milagroso, los carreteros buscaron a Rosendo y su familia quienes construyeron una capilla pequeña y así estuvo la Virgencita de Luján hasta el año 1674. Este lugar era muy visitado ya que esta historia llegó hasta Buenos Aires.
Entra en este relato el Negro Manuel quien llegó al Río de la Plata en el mismo barco junto con la imagen de la Virgen y fue testigo del milagro de la carreta. El Negro Manuel le dedicó su vida a cuidar a la Virgen, aun después de la muerte de don Rosendo; la tradición popular cuenta las curas milagrosas que realizaba con el sebo de las velas ofrendadas a María de Luján y de los "paseos" que, de noche, hacía la Virgen para visitar a los afligidos.
Fue fundacional el año 1674 en la historia de la Virgen de Luján. Doña Ana Mattos, viuda de Siqueyras, poseedora de muchos terrenos en las zonas aledañas al río Luján, le construyó a la Virgen una capilla en su casa. Dos veces intentaron que la imagen se quedara en su nueva casa, pero, misteriosamente, la imagen volvía a su antigua ermita. Cuando en una tercera oportunidad fue acompañada por el Negrito Manuel y en peregrinación, la imagen ya no se movió de su nuevo hogar que fue autenticado por las autoridades eclesiásticas que permitieron el culto público a la "Pura y Limpia Concepción del Río Luján". Y fue Doña Ana Mattos quien, en 1677, donó el terreno para la construcción del templo nuevo, donde actualmente se venera a la Patrona de la Argentina.
Después de muchos milagros —entre ellos el del primer capellán don Pedro de Montalbo—y construcciones fallidas, fue por impulso y agradecimiento por los favores recibidos de don Juan Lezica y Torrezuri que en 1754 se inició la construcción del templo que finalizó exitosamente en 1763.
Desde 1872 el templo estuvo a cargo de los padres lazaristas. El padre Jorge María Salvaire, quien recibió un milagro de la Virgen de la Luján, fue nombrado párroco en 1889 y le ofrendó su vida a la construcción de lo que se conoce como la actual basílica nacional. La obra —que se prolongó de 1887 a 1935— fue continuada y finalizada en su estructura fundamental por el padre Dávani y sus autores son los arquitectos e ingenieros Alfonso Flamand, Ulrich Courtois, Ernesto Moreau, Rómulo Ayerza y Fleury Tronqoy.
La imagen —que está recubierta de una coraza de plata— mide 38 centímetros, su rostro es moreno, está modelada en terracota. Está vestida con una túnica blanca y un manto celeste fuerte.

VIRGINIA BONARD
FUENTES: Portales y Agencias 

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