domingo, 2 de junio de 2013

Desgrabación de las palabras que dirigió a los jóvenes el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Aurelio Poli en el marco de la 24º Marcha Juvenil de Corpus Christi.

24º Marcha Juvenil de Corpus Christi
PAN PARA LA MISIÓN




Queridos jóvenes, chicos y chicas:
A mí se me ocurre que estoy viendo uno de los más lindos y bellos rostros de la Iglesia que es la Iglesia joven. Ustedes. (aplausos)
El otro rostro es de los niños. Es también una Iglesia que se refleja en su pureza. También el rostro de los ancianos, nuestros viejos. Vamos todos al Corpus.
El Corpus es un encuentro con Jesús resucitado. Hay que disponer el corazón como Jesús que quiere tocarlo y convertirlo.
Antes de ayer, el Papa, en Roma, puso un acento que va a hacer eco en el corazón de ustedes: nos llama a ser más solidarios todavía para que este tiempo que es tan duro en muchos hombres y mujeres, duro por la indiferencia, nosotros pongamos la solidaridad.
Esta palabra que es humana pero que también es del Evangelio. Seamos solidarios y crezcamos en la solidaridad.
Jesús hoy, partiendo el pan, quiere que nos alimentemos con la alegría de la fe, de una fe joven, y con el entusiasmo, el empuje de Dios en nuestro corazón, la buena noticia de Jesús.
Y uno de los gestos que llega hasta el corazón de los demás es la solidaridad. La solidaridad gratuita, generosa, como ustedes saben hacerlo.
Acompañados de María y de Jesús, vamos a dilatar el corazón con mucha alegría. Dejen entrar a Jesús y su Evangelio. La Virgen sabe cómo llevarnos a Él.
Que Dios los bendiga a todos. Nos encontramos con ustedes porque voy a ir caminando [hasta la Catedral]. Que Dios les disponga el corazón y la Virgen sea el cariñoso consuelo que necesitan para ustedes y sus familias.
Que el Señor los bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. (aplausos)
Plaza Lorea
Buenos Aires
1 de junio de 2013

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