El hecho ocurrió en la ciudad italiana de Rieti, donde en un convento de clausura la religiosa comenzó a sentir fuertes dolores en el vientre y fue trasladada a un hospital pensando que eran cólicos, pero cuando llegó al centro médico, los doctores le dijeron que estaba en trabajo de parto.
“No sabía que estaba embarazada, sólo tenía un fuerte dolor de vientre”, dijo la religiosa del convento Discípulas de Jesús, según reportan los medios locales que citan fuentes del Hospital San Camilo de Lellis.
La mujer llamó al niño Francisco en honor al Papa y tanto la madre como el bebé están en buenas condiciones de salud.
De acuerdo con la agencia de noticias italiana ANSA, “el parto fue natural y se llevó a cabo el miércoles bajo estrictas medidas de confidencialidad. La monja continúa ingresada en la unidad de Obstetricia”.
El alcalde de Rieti, Simone Petrangeli, pidió a la gente y a los medios de comunicación que respetaran la privacidad de la mujer en tanto que detalló que ella se hará cargo del bebé.
“¿Cómo es posible? No nos podíamos imaginar que algo así pasará”, dijeron sus comañeras. “Ella no nos había dicho nada”, indicaron.
La madre superiora del convento, sor Erminia, señaló que la monja “había hecho todo sola” y pidió que las dejaran en paz.
“No supo resistir a la tentación pero no hizo ningún mal a nadie. No entiendo por qué se presta tanta atención a esta historia”, indicó la religiosa.
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