Así lo afirmó el arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, al referirse a la vigésima Peregrinación a la Virgen María del Rosario de San Nicolás, que finalizó hoy con una misa en la Basílica de esa ciudad bonaerense.
Mollaghan expresó esos conceptos durante el sermón que pronunció hoy durante la misa que presidió en la Basílica de la Virgen de María del Rosario de San Nicolás, tras recibir junto al Obispo local, Monseñor Héctor Cardelli, a los cientos de fieles que participaron de la peregrinación iniciada ayer en Rosario.
Ante un templo colmado de creyentes, el arzobispo de Rosario dijo que la vigésimna peregrinación “la hicimos rezando por todas nuestras intenciones, pero en especial, por la intención del Papa Francisco, quien ayer hizo un apremiante llamado en favor de la paz en Siria, Medio Oriente y el mundo entero”.
Agregó que su Santidad “nos invitó a ofrecer la jornada de ayer, con la oración y ayuno, a pedir y suplicar por la paz. Nosotros ofrecimos esta peregrinación por esta intención del Papa Francisco, que anoche rezó cuatro horas en la Basílica de San Pedro, junto a tantos fieles y tantas personas que no creen pero que con buena voluntad se unieron a su intención de pedir por la paz”.
En ese contexto, Mollaghan señaló que “Jesús nos da su paz, Jesús venció a la muerte, al odio y las divisiones; las tribulaciones, las pruebas y dificultades. La violencia y el mal no se podrán vencer si no es la con la presencia de Jesús que nos ama, que derrotó y venció el mal desde la cruz”, pontificó.
“En el presente, como dijo el Papa anoche, llamándonos a todos a pensar; podemos aprender de nuevo a caminar por la senda de la paz. -¿Puede esta generación caminar en paz?- y el Papa decía: ´quiero responder sí, es posible para todos´, pero invocando la ayuda de Dios, bajo la mirada materna de la reina de la Paz”.
Telam
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