“El Santo Padre Francisco aceptó (…) la renuncia de su Eminencia el cardenal Tarcisio Bertone”.
Monseñor Parolin, de 58 años, desde 2009 era nuncio (embajador del Vaticano) en Venezuela, y su nombramiento se produce antes de una esperada reforma de la Curia.
Parolin es oriundo de Venecia, fue ordenado sacerdote en 1980, y desde el 15 de octubre reemplazará a Bertone.
También estuvo trabajando en México y en Nigeria, así como en asuntos delicados, como las relaciones con la China comunista, Vietnam e Israel.
El cardenal Bertone, de 78 años, llegó al puesto de secretario de Estado en 2006, al ser nombrado por el Papa Benedicto XVI, con quien afrontó todos los escándalos de pederastia, que sacudieron a la Iglesia católica en los últimos años.
Fue acusado de errores de gestión, de favoritismo y de adoptar decisiones cuestionables, aunque nunca se cuestionó su honradez.
Con la llegada del Papa argentino, una amplia reorganización de la Curia está en marcha.
Francisco nombró varias comisiones encargadas de abordar la reforma de esta institución y del banco del Vaticano. Las grandes líneas de la reforma de la Curia se darán a conocer a principios de octubre.
La Curia tiene actualmente un importante rol de supervisión, pero podría ver reducidos sus poderes en beneficio de una mayor colegialidad en el Vaticano.
Parolin en un comunicado le agradeció al Papa su nombramiento: “Siento el peso de la responsabilidad que me incumbe para una misión difícil y exigente, ante la cual pobres son mis fuerzas y débiles mis capacidades”.
Según Gianni Valente: “Parolin se inscribe en el verdadero espíritu de la diplomacia vaticana. Estará bien situado para proporcionar su sabiduría y su lucidez para promover la paz en el mundo”.
Por el momento, el cardenal Bertone sigue siendo camarlengo, un rol crucial en caso de muerte o dimisión de un pontífice.
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