“El papa Francisco le ha dado la bienvenida con gran y fraterna cordialidad. Después, juntos, se dirigieron a la capilla del monasterio para rezar”, expresó la Santa Sede en un comunicado.
Benedicto XVI, de 86 años, “ahora está feliz por volver al Vaticano, donde pretende, como él mismo dijo el 11 de febrero -día en el que anunció su renuncia- dedicarse al servicio de la Iglesia, sobre todo con la plegaria”, dijo el vocero del Vaticano Federico Lombardi.
Lombardi agregó también que “el Papa emérito se encuentra bien de salud, sin problemas específicos, más allá de las limitaciones físicas de su edad”.
La aclaración se dio en el intento de revertir la preocupante imagen de Ratzinger que dejó el encuentro entre ambos pontífices en marzo, en el palacio pontificio de Castel Gandolfo.
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