sábado, 24 de marzo de 2012

El Concilio que trajo la discordia, la desunión y la pérdida de almas para el Cielo...


Parte 1 – Infiltración en la Iglesia 
Vaticano II: 
"Repito, hijos Míos, como os He dicho en el pasado, que el gran Concilio del II Vaticano fue manipulado por satanás.  El se sentó allí entre vosotros y os trabajó como un tablero de ajedrez.
  
 "¿Qué podéis hacer ahora para recuperaros?  Es sencillo, hijos Míos: regresad y empezad de Nuevo con las bases que os han sido dadas.  Debéis devolver el respeto a vuestro sacerdocio.  ¡Debéis devolver el respeto a vuestro Santo Padre...!" 
– Nuestra Señora, 15 de Mayo, 1976 
“¿Estos Padre están planeando una revolución?”  Estas fueron las palabras del Cardenal Ottaviani durante el debate sobre la Constitución de la Liturgia durante el Segundo Concilio Vaticano.  Una revolución fue planeada mucho antes que el II Vaticano, pero la revolución alcanzó una masa crítica y luego explotó por toda la Iglesia bajo la apariencia del II Vaticano. 
Infiltración de la IglesiaEl Obispo Rudolph Graber, en su libro, Athanasius y la Iglesia de Nuestro Tiempo (1974), citó a un prominente Francmasón quien declaró que “la meta (de la Francmasonería) ya no es la destrucción de la Iglesia, sino hacer uso de ella al infiltrarla.”[1] 
     Los Católicos no sólo tienen que estar preocupados por los masones en su medio, sino también por los comunistas.  A principios de los años de 1950, la Sra. Bella Dodd dio a conocer un gran testimonio sobre la infiltración comunista en la Iglesia y el Estado ante el Comité de Actividades No-Americanas de la Casa de Representantes, y también proveyó explicaciones detalladas de la subversión comunista en la Iglesia.  Hablando como una antigua funcionaria de alto rango del Partido Comunista Americano, la Sra. Dodd dijo: "En los años de 1930s nosotros colocamos a mil cien hombres dentro del sacerdocio para poder destruir la Iglesia desde adentro."  Doce años antes del Vaticano II, ella dijo: "Ahora mismo ellos están en los lugares más altos dentro de la Iglesia".  Ella predijo cambios en la Iglesia que serían tan drásticos que "ustedes no reconocerán la Iglesia Católica."     La doctora 
Alice von Hildebrand recordó, durante una entrevista con la revista Latin Mass (Misa Latina), que "Bella Dodd le dijo a mi marido y a mí que cuando ella era un miembro activo de partido [Comunista], ella había tratado con no menos de cuatro cardenales dentro del Vaticano 'quienes estaban trabajando para nosotros'." (revista Latin Mass, Verano 2001)
     También sabemos de la infiltración comunista dentro de la Iglesia Católica por un libro, A.A. 1025.  Estas son las memorias de un agente comunista quien se infiltró dentro de la Iglesia Católica en 1938, fue al seminario, se convirtió en un sacerdote quien ejercía enorme poder detrás de las escenas, y quien participó en el Vaticano II.  Él logró fomentar la adopción de documentos ambiguos del Concilio, los cuales trazaron la base para futuros experimentos por parte de prelados y sacerdotes ingenuos.  Él declaró: "'El Espíritu del Concilio' para mí se ha convertido en un triunfo magistral."
     No se conoce la identidad verdadera de este agente excepto por el número de código AA-1025 dado por la Policía Secreta Rusa, significando número 1025 Anti-Apóstol. Hubo muchos agentes 1024 como él, antes que él.  Algunos han alcanzado el rango de Arzobispo y Cardenal, muchos de los cuales pudieron haber sido jefes de departamentos en la curia (gobierno papal) y dentro de congregaciones religiosas.
     Él murió en un hospital después de un accidente de carro, y la enfermera quien lo atendió, (Marie Carre) providencialmente descubrió sus memorias personales en su maletín.  Después de leerlas, ella decidió publicarlas para que el mundo conociera el porqué la Iglesia Católica ha estado pasando por cambios destructivos muy a pesar de sus fieles.  La traducción al ingles está publicada bajo el título AA 1025: The Memoirs of an Anti-Apostle (Las Memorias de un Anti-Apóstol) por Éditions Saint-Raphael, 31, rue King Ouest, Suite 212, Sherbrooke, Québec, Canadá, 1988. 
     Dentro del diario del agente comunista se encuentran muchos detalles escalofriantes que contienen planes para la destrucción de los fieles dentro de la Iglesia Católica. Este agente comunista escribe:
"Para debilitar aún más la noción de la 'Verdadera Presencia' de Cristo, todo recato tendrá que ser eliminado.  Ya no más vestimentas bordadas costosas, no más música llamada sagrada, especialmente los cantos Gregorianos, sino una música al estilo jazz,  no más persignarse, no más genuflexiones, sino más bien sólo dignas actitudes rigurosas...   Es más, los fieles tendrán que quitarse la costumbre de arrodillarse, y esto será completamente prohibido cuando reciban la Comunión...  Muy pronto, la Hostia será colocada en la mano para borrar toda noción de que es Sagrada."
Alice von Hildebrand reportó el siguiente incidente en una entrevista con la revista Latin Mass (Verano 2001). En esta entrevista, ella mencionó al sacerdote italiano Don Luigi Villa (diócesis de Brescia), quien publicó dos libros en 1998 y en 2000.  El Padre Villa, por solicitud del Padre Pío, dedicó muchos años de su vida a la investigación de la infiltración, tanto de los francmasones como los comunistas dentro de la Iglesia:
“Otra ilustración de infiltración presentada por el Padre Villa es una relatada a él por el Cardenal Gagnon.  El Papa Paulo VI le había pedido a Gagnon que encabezara una investigación concerniente a la infiltración de poderosos enemigos dentro de la Iglesia.  El Cardenal Gagnon (en ese tiempo Arzobispo) aceptó esta desagradable tarea, y recopiló un grueso dossier, rico en hechos preocupantes.  Cuando fue completado el trabajo, él solicitó una audiencia con el Papa Paulo para entregarle personalmente el manuscrito al Pontífice.  Esta solicitud para una reunión fue negada.  El Papa dio la orden de que el documento fuese entregado en las oficinas de la Congregación para el Clero, específicamente que fuera colocada en una caja fuerte con doble llave.  Esto nunca se llevó a cabo, pero al día siguiente la caja fuerte fue quebrada y el manuscrito misteriosamente desapareció.  La política usual del Vaticano es de asegurarse que esta clase de noticias nunca salga a luz.  No obstante, el robo fue reportado hasta en el L’Osservatore Romano (quizá bajo presión porque había sido reportado en la prensa seglar). El Cardenal Gagnon, por supuesto, tenía una copia, y una vez más solicitó una audiencia privada con el Papa.  Una vez más su solicitud fue denegada.  Él entonces dispuso salir de Roma y regresar a su tierra natal de Canadá.  Más tarde, fue llamado de regreso a Roma por el Papa Juan Pablo II y fue nombrado cardenal.” (Revista Latin Mass, Verano 2001) 
Su marido, Dietrich von Hildebrand, advirtió en el libro The Devastated Vineyard (El Devastador Viñedo) que la Iglesia solamente puede salvar a la humanidad desde el borde de la destrucción, "si el viñedo del Señor florece de nuevo.  Y por lo tanto tenemos que bombardear al Cielo con oraciones para que el espíritu de San Pío X una vez más pueda llenar la Jerarquía, que las grandes palabras anatema sit pueden sonar una vez más en contra de todas las herejías, y especialmente, en contra de todos los miembros de la 'quinta columna' dentro de la Iglesia." 

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