viernes, 6 de diciembre de 2013

Durante una reunión de líderes católicos que se llevó a cabo de la Ciudad de México del 16 al 19 de noviembre, el obispo de Phoenix, Thomas Olmsted advirtió que incluso “algunos miembros de nuestro clero” han perdido la confianza en la verdad sobre el matrimonio, la vida y la libertad religiosa.

John-Henry Westen
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de diciembre de 2013 (Notifam.net) – 
Esta pérdida de confianza es resultado del despiadado ataque de la cultura secular, dijo. Añadiendo que el mensaje del Evangelio se verá dañado si los cristianos no confían en estas “duras verdades”.
Mons. Olmsted habló así durante una de las sesiones de trabajo en la reunión de 70 obispos y cardenales con líderes católicos de América del Norte, Centroamérica y Sudamérica, que tenía como objetivo desarrollar un plan para una nueva evangelización de América Latina.
Durante una de las sesiones de trabajo en grupo, Mons. Olmsted propuso seis tareas que la Iglesia en el continente americano debe emprender “durante este momento histórico”. Una de esas tareas es confiar en estas “duras verdades”.
“Confiar en la verdad es confiar en Cristo y confiar en que su Anuncio sobre la Vida es verdaderamente una Buena Nueva para el mundo. …Verdad y fe van juntas. La fe abre las puertas a la verdad que la razón por sí sola jamás podrá conocer”.
“Debido a que diversos sectores de nuestra escéptica sociedad critican duramente las verdades de la fe –especialmente aquellas sobre el matrimonio, la vida humana y la libertad religiosa- muchos católicos e incluso algunos miembros de nuestro clero, han perdido la confianza en algunas de las duras verdades que Cristo nos ha hecho saber a través de la Iglesia”.
“Dicha pérdida de confianza, obstruye nuestra habilidad para defender los derechos de los más débiles de la sociedad y de ser testigos convincentes del Evangelio. En una era de escepticismo, nuestro continente americano necesita que demos un testimonio humilde y confiado de la verdad que encuentra su plenitud en nuestro Salvador”.
Mons. Olmsted etiquetó otra de estas seis tareas como esencial para los cristianos, tanto que “si no lo logramos, jamás lograremos construir una cultura de la vida y una sociedad basada firmemente en la institución del matrimonio”.
¿Y cual es esta otra tarea? La pureza de corazón.
“La cultura popular ha sido gravemente distorsionada por una constante dieta de imágenes falsas sobre la masculinidad y la feminidad, llegando a su forma más grotesca en la pornografía, pero vista también en la promoción del mal llamado ‘matrimonio homosexual’”, dijo.
“¿Quién sino Cristo está en posición de construir una cultura de castidad, una cultura de integridad sexual? … Lo que necesitamos aún más que la vigilancia, es esa confianza cristiana en que es posible vivir castamente, que la fidelidad a los votos matrimoniales es alcanzable, que es posible escapar de una vida de promiscuidad y pornografía adictiva con ayuda de la gracia de Dios”.
La conferencia titulada “Nuestra Señora de Guadalupe, Estrella de la Nueva Evangelización del Continente Americano”, fue presidida por la Comisión Pontificia de América Latina y patrocinada por los Caballeros de Colón.
Entre los exponentes estuvieron los cardenales Timothy Dolan de Nueva York, Sean O’Malley de Boston, Norberto Rivera de la Ciudad de México y Marc Ouellet del Vaticano.
Por un lado, los cristianos “han de evitar la tentación de culpar a la cultura moderna por todos los problemas entre los miembros de la Iglesia, cuando de hecho nuestros pecados son a veces, la principal razón de dichos problemas”, dijo el obispo de Phoenix.
Por otro lado, añadió que debemos “evitar la tentación de conciliar con la cultura popular sin tomar en cuenta que es incompatible con nuestra fe, cuando en realidad requiere de una firme oposición”.
El obispo exhortó a los fieles a “vivir el plan de Dios para el matrimonio”. Dijo: “El testimonio de las parejas felizmente casadas y sus hijos es el modo en el que la verdad sobre el plan de Dios para los matrimonios se expresa de manera más elocuente a los demás”.
Mons. Olmsted también insistió en la esencial responsabilidad del laicado en involucrarse en la vida pública.
“La vida y la dignidad de los no nacidos y otras personas vulnerables está siendo gravemente amenazada hoy en día”, dijo Mons. Olmsted. “Hoy más que nunca, los cristianos deben ser una fuerza que luche contra los conceptos empobrecidos de la persona humana –consumismo puro, secularismo y visión utilitaria de la vida humana.”
El obispo de Phoenix concluyó sus observaciones sobre la tarea de respetar y defender la dignidad de todas las personas, con un elogio pocas veces escuchado hacia los grupos pro-vida y pro-familia.
“Es verdad que queda mucho por hacer, pero debemos también alentarnos con los esfuerzos de muchos individuos y organizaciones que protegen la inocente vida humana,” dijo. “En particular, hemos sido bendecidos con un creciente número de iniciativas que promueven una colaboración más cercana entre los líderes y organizaciones pro-vida y pro-familia en distintos países del continente americano.”
“¿No deberíamos sentirnos privilegiados de esta bendita oportunidad que Dios nos ha dado de ser testigos del Evangelio de la Vida, de defender la vida y la dignidad de aquellos más vulnerables, y de trabajar con otros de buena voluntad para garantizar el derecho a la vida de todos?”
Ver el discurso completo de Mons. Olmsted aquí.

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