Cuando el ser humano exhala su último suspiro, está sujeto a un juicio donde trae a la memoria su paso por la vida desde la muerte hasta su nacimiento.

La persona tiene que arrepentirse de  sus malos actos y sentirse orgullosa de todo lo bueno que hizo.

Durante el  primer juicio, el Ángel de la Muerte corta con su guadaña el cordón de plata que une el cuerpo físico con el alma, y  puede ocurrir que la persona vuelva a la vida, la experiencia es tan impactante que su percepción de la cosas cambia radicalmente.

La personalidad no se reencarna, pertenece a la vida dejada atrás.

Cuando finaliza esta primera etapa,  se pasa al segundo juicio, nuevamente  revive su antigua vida experimentando emociones y sensaciones; repitiendo toda su existencia, todo se magnifica; las experiencias buenas se viven con profunda emoción mientras que los malos actos se sufren.

Debe adquirir una profunda consciencia de sus virtudes y defectos.

Luego de  estos  juicios, la persona ya está preparada para enfrentarse al tribunal del KARMA momento clave que determinará que pasará con su alma, y puede ocurrir:

Una nueva reencarnación
Ascender al  reino celestial
Descender al infierno

En caso de haber una nueva reencarnación, el ángel de la vida le entregará  un nuevo cuerpo físico y tendrá  una nueva oportunidad de enmendar su karma y así alcanzar la perfección.

El objetivo es llegar a  ascender al reino celestial, donde quedan  las ánimas puras.